El destino de un queso puede variar, algunos consiguen antes de llegar a su destino, verdaderos defensores.
Tal es el caso de dos amigos que se disponían a realizar un viaje a tierras lejanas, sin imaginar siquiera la aventura que les esperaba.
Venezolanitos de pura cepa, uno Guayanés y el otro del Zulia.
Reposaban bajo el frío de su morada temporal, entre el bullicio de compradores que acudían al supermercado chino en busca del sureño y del occidental tal codiciados ellos por su excelente calidad.
Hasta allí fue Culebra, a buscarlos para llevarlos como compañeros de viaje, y regalar como presente a su hermano que habita en el norteño país, y que a pesar de exquisitos manjares, prefiere sus raíces, y sentir en el paladar la suavidad de la leche cuajada a modo de telita artesanal o cráteres semejando la luna.
Ambos amigos fueron envueltos y depositados cuidadosamente, en un lecho especial, arropados con varias capas para preservar su humedad, y vueltos a tapar, tantos cuidados demostraban el orgullo de Culebra, se sentía complacido al imaginar la satisfacción que produciría al llegar con tamaño tesoro.
Emprendieron camino muy temprano al amanecer, cuidando que no sufrieran los estragos de la vía, un poco agreste para tan delicada encomienda. Tras una hora de viaje y algunos trasbordos, llegaron al Aeropuerto, comenzaba la etapa mas dura. Era como enfrentar un juicio, no todo el mundo comprende, que tienen que hacer un Guayanés y un Zuliano, en manos de un Cumanés, viajando al norte. No todos pueden comprender el placer de un Venezolano fuera de su terruño, degustando su arepita de queso blanco, hay que ser venezolano, hay que estar fuera, hay que tener alguien a quien poderle expresar con orgullo, el deseo de tan preciado encargo.
Pero al llegar a la boca del lobo, donde tantos uniformes pululan, las cosas ya no fueron tan hermosas. Llego el momento de pasar los controles…..
Un caballero enfundado en guantes de látex, con un rostro pétreo y la voz dura……
- Que es eso?
- Quesooooo
- Quesoo?
- Si, queso blanco, ya sabe……. Allá la gente lo aprecia mucho
El hombre mira de reojo y sin dar mayor importancia al queso, sigue buscando algún motivo para incomodar a los viajeros. Luego de dos o tres objeciones y los equilibrios y malabarismos propios de quien lleva maleta, bolso, pasaportes, boletos, llave para el candado que debes abrir mientras llenas las planillas de inmigración, en el aire porque no hay donde apoyarse……..Al fin un suspiro, prueba superada, se siente el alivio de quien no ha sido descubierto en algún insignificante delito, pero entonces reparas en que no tienes nada que temer, nada que ocultar, simplemente intentas hacer un viaje, estas libre de culpa.
Y en compañía del suspiro y los quesos avanzas a la siguiente prueba.
Mas controles……..pasa el equipaje de mano por los detectores, te despojan de tus más preciadas pertenencias, será otro delito? Correa, reloj, celular, epa!!! Si queda alguna moneda en el bolsillo, zapatos…al final pasas por el control con cara de pena, rodeado por el personal de seguridad que no apartan de ti la mirada, sigues caminando y cuando extiendes la mano pronto a exhalar el esperado suspiro,
-NO!!! No toque nada aun,
-Muy bien, no toco
-Podemos revisar su equipaje?
- como no!!!
Ya un poco más confiado, pues ya existe la experiencia previa, y el sentimiento de conocedor impera en ese momento
Abren ceremoniosamente el maletín, nuevamente con guantes, cuidando de no contaminar sus uniformes planchados que tanta prestancia y autoridad les confieren. --- Que es eso?
- Quesooooo
- Quesoo?
- Si…usted sabe queso blanco.
Expresa Culebra con orgullo Nacional y Nacionalista.
Ahí comienza el vía crucis,
- NOOOOOO, ese queso no puede pasar
Expresa un representante de la línea aérea.
-Como que no? Si pase un control previo y no hubo problemas?
En eso los dos amigos, son extraídos del maletín donde reposaban cómodamente, desnudados frente a todos, rotos sus mantos y coberturas, quedan expuestos a decenas de miradas, algunas risueñas, burlonas, otras autoritarias, extrañadas.
Es apretado, tocado, amasado, olido, pasado por los rayos X, es un peligro latente llevar un queso, te conviertes en sospechoso de terrorismo
-El queso debe ir en el equipaje, es la sentencia de la autoridad
-Bueno no hay problema, aunque eso debió informarlo el primer control
-Si, pero el equipaje esta embarcado y no se puede tener acceso a el
-UMMM, ese queso debe estar bueno con arepita, -dice la gordita de la guardia con sus guantes y su sonrisa.
-Si de allá pa´ca traen queso, porque no pueden llevar pa´lla?-Dice otro guardia que no entiende la gravedad del delito.
Se aglomeran los pasajeros, llaman al vuelo y culebra ya perdiendo el respeto inicial, y comprendiendo que esta a punto de perder a sus compañeros de viaje, comienza a vociferar
-Bueno ustedes son responsables de esta situación y el Queso NO SE QUEDA, solucionen ustedes el problema
La gordita, observa con cara de pena, que se alejan sus esperanzas, parece que el queso se va.
Comienza todo el mundo a moverse rápido, no se puede retrasar un vuelo internacional por un Queso.
A Culebra lo arman de un chaleco luminoso, y de medidas de seguridad para pasar al área restringida, donde ya se encuentra embarcado el equipaje, Culebra corre con los quesos, no tan elegantemente ataviados como al principio, pues desgarraron sus mantos y quedaron hechos jirones, pero LOS QUESOS SE VAN!!!!
Regresa culebra, con paso ligero, no hubo posibilidad de acceso, hay otra opción, facturar el equipaje de mano, Prisas, voces elevadas, mucha acción, mientras los pasajeros embarcan, y culebra, deposita con cariño los quesos en el fondo del maletín, le estampan una etiqueta, y los ve alejarse en manos de otro uniforme hacia el avión. No viajaran juntos pero esperaran el encuentro una vez finalizado el vuelo.
Culebra camina hacia el avión, y a su paso lo saludan con el respeto que merece tan consecuente amigo. Muchos le preguntan por la suerte del queso, y el con Orgullo responde, EL QUESO VA!!
Tal es el caso de dos amigos que se disponían a realizar un viaje a tierras lejanas, sin imaginar siquiera la aventura que les esperaba.
Venezolanitos de pura cepa, uno Guayanés y el otro del Zulia.
Reposaban bajo el frío de su morada temporal, entre el bullicio de compradores que acudían al supermercado chino en busca del sureño y del occidental tal codiciados ellos por su excelente calidad.
Hasta allí fue Culebra, a buscarlos para llevarlos como compañeros de viaje, y regalar como presente a su hermano que habita en el norteño país, y que a pesar de exquisitos manjares, prefiere sus raíces, y sentir en el paladar la suavidad de la leche cuajada a modo de telita artesanal o cráteres semejando la luna.
Ambos amigos fueron envueltos y depositados cuidadosamente, en un lecho especial, arropados con varias capas para preservar su humedad, y vueltos a tapar, tantos cuidados demostraban el orgullo de Culebra, se sentía complacido al imaginar la satisfacción que produciría al llegar con tamaño tesoro.
Emprendieron camino muy temprano al amanecer, cuidando que no sufrieran los estragos de la vía, un poco agreste para tan delicada encomienda. Tras una hora de viaje y algunos trasbordos, llegaron al Aeropuerto, comenzaba la etapa mas dura. Era como enfrentar un juicio, no todo el mundo comprende, que tienen que hacer un Guayanés y un Zuliano, en manos de un Cumanés, viajando al norte. No todos pueden comprender el placer de un Venezolano fuera de su terruño, degustando su arepita de queso blanco, hay que ser venezolano, hay que estar fuera, hay que tener alguien a quien poderle expresar con orgullo, el deseo de tan preciado encargo.
Pero al llegar a la boca del lobo, donde tantos uniformes pululan, las cosas ya no fueron tan hermosas. Llego el momento de pasar los controles…..
Un caballero enfundado en guantes de látex, con un rostro pétreo y la voz dura……
- Que es eso?
- Quesooooo
- Quesoo?
- Si, queso blanco, ya sabe……. Allá la gente lo aprecia mucho
El hombre mira de reojo y sin dar mayor importancia al queso, sigue buscando algún motivo para incomodar a los viajeros. Luego de dos o tres objeciones y los equilibrios y malabarismos propios de quien lleva maleta, bolso, pasaportes, boletos, llave para el candado que debes abrir mientras llenas las planillas de inmigración, en el aire porque no hay donde apoyarse……..Al fin un suspiro, prueba superada, se siente el alivio de quien no ha sido descubierto en algún insignificante delito, pero entonces reparas en que no tienes nada que temer, nada que ocultar, simplemente intentas hacer un viaje, estas libre de culpa.
Y en compañía del suspiro y los quesos avanzas a la siguiente prueba.
Mas controles……..pasa el equipaje de mano por los detectores, te despojan de tus más preciadas pertenencias, será otro delito? Correa, reloj, celular, epa!!! Si queda alguna moneda en el bolsillo, zapatos…al final pasas por el control con cara de pena, rodeado por el personal de seguridad que no apartan de ti la mirada, sigues caminando y cuando extiendes la mano pronto a exhalar el esperado suspiro,
-NO!!! No toque nada aun,
-Muy bien, no toco
-Podemos revisar su equipaje?
- como no!!!
Ya un poco más confiado, pues ya existe la experiencia previa, y el sentimiento de conocedor impera en ese momento
Abren ceremoniosamente el maletín, nuevamente con guantes, cuidando de no contaminar sus uniformes planchados que tanta prestancia y autoridad les confieren. --- Que es eso?
- Quesooooo
- Quesoo?
- Si…usted sabe queso blanco.
Expresa Culebra con orgullo Nacional y Nacionalista.
Ahí comienza el vía crucis,
- NOOOOOO, ese queso no puede pasar
Expresa un representante de la línea aérea.
-Como que no? Si pase un control previo y no hubo problemas?
En eso los dos amigos, son extraídos del maletín donde reposaban cómodamente, desnudados frente a todos, rotos sus mantos y coberturas, quedan expuestos a decenas de miradas, algunas risueñas, burlonas, otras autoritarias, extrañadas.
Es apretado, tocado, amasado, olido, pasado por los rayos X, es un peligro latente llevar un queso, te conviertes en sospechoso de terrorismo
-El queso debe ir en el equipaje, es la sentencia de la autoridad
-Bueno no hay problema, aunque eso debió informarlo el primer control
-Si, pero el equipaje esta embarcado y no se puede tener acceso a el
-UMMM, ese queso debe estar bueno con arepita, -dice la gordita de la guardia con sus guantes y su sonrisa.
-Si de allá pa´ca traen queso, porque no pueden llevar pa´lla?-Dice otro guardia que no entiende la gravedad del delito.
Se aglomeran los pasajeros, llaman al vuelo y culebra ya perdiendo el respeto inicial, y comprendiendo que esta a punto de perder a sus compañeros de viaje, comienza a vociferar
-Bueno ustedes son responsables de esta situación y el Queso NO SE QUEDA, solucionen ustedes el problema
La gordita, observa con cara de pena, que se alejan sus esperanzas, parece que el queso se va.
Comienza todo el mundo a moverse rápido, no se puede retrasar un vuelo internacional por un Queso.
A Culebra lo arman de un chaleco luminoso, y de medidas de seguridad para pasar al área restringida, donde ya se encuentra embarcado el equipaje, Culebra corre con los quesos, no tan elegantemente ataviados como al principio, pues desgarraron sus mantos y quedaron hechos jirones, pero LOS QUESOS SE VAN!!!!
Regresa culebra, con paso ligero, no hubo posibilidad de acceso, hay otra opción, facturar el equipaje de mano, Prisas, voces elevadas, mucha acción, mientras los pasajeros embarcan, y culebra, deposita con cariño los quesos en el fondo del maletín, le estampan una etiqueta, y los ve alejarse en manos de otro uniforme hacia el avión. No viajaran juntos pero esperaran el encuentro una vez finalizado el vuelo.
Culebra camina hacia el avión, y a su paso lo saludan con el respeto que merece tan consecuente amigo. Muchos le preguntan por la suerte del queso, y el con Orgullo responde, EL QUESO VA!!
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