lunes, 30 de marzo de 2009

VAIVEN INFINITO




Rugen el viento y el mar
haciendo sonreír a la arena
que vuela graciosa
simulando el baile cadencioso de las aves.
El mágico azul, despista a las nubes
la blanca espuma incondicional de la ola
besa la arena incansable una y otra vez.
Ella, sumisa y húmeda la espera.
A veces le ofrece algún recuerdo en su beso
una concha de nácar
o el mensaje de un naufrago a su esperanza.
La ola ríe cuando la inocencia de un niño
se acerca a mojar sus pies.
La ola gime por la joven triste
que implora inmolar su vida
a cambio del perdón.
La ola serena aguarda
el remanso del atardecer
contemplando la pintura del cielo
mientras se desvanece el sol.
Reteniendo un suspiro
para no interrumpir la magia
y ve aparecer las estrellas
que junto a la luna
la iluminan de plata.
Ola y arena
contemplan su reflejo
sellando el infinito ciclo
en el vaivén de su abrazo

jueves, 26 de marzo de 2009

El bosque de Clara


De pronto la luz traspasó las ramas de aquellos árboles milenarios, que habían protegido con su sombra a Clara, y ella obnubilada de tanto resplandor sintió el inmenso deseo de cantar, siguiendo la melodía del viento al mecer las ramas y jugar con las hojas a crear notas mágicas.
Clara era un ser sin tiempo ni espacio en el universo de los hombres, había aparecido de la nada y se alimentaba contemplando la naturaleza.
Disfrutaba de las luciérnagas al anochecer y el canto de las chicharras arrullaban su sueño. Al alba, chapoteaba en los ríos y sentía el despertar de las aves.Sus días transcurrían en un inmenso descubrir aromas, colores, reflejos y trinos, hasta que aquel día sintió que había llegado su momento, las sabias ramas en su reverencia le habían descubierto el cielo, ahora el bosque, su bosque se abría al universo y le regalaba la luz, las estrellas, las nubes y la libertad