lunes, 30 de marzo de 2009

VAIVEN INFINITO




Rugen el viento y el mar
haciendo sonreír a la arena
que vuela graciosa
simulando el baile cadencioso de las aves.
El mágico azul, despista a las nubes
la blanca espuma incondicional de la ola
besa la arena incansable una y otra vez.
Ella, sumisa y húmeda la espera.
A veces le ofrece algún recuerdo en su beso
una concha de nácar
o el mensaje de un naufrago a su esperanza.
La ola ríe cuando la inocencia de un niño
se acerca a mojar sus pies.
La ola gime por la joven triste
que implora inmolar su vida
a cambio del perdón.
La ola serena aguarda
el remanso del atardecer
contemplando la pintura del cielo
mientras se desvanece el sol.
Reteniendo un suspiro
para no interrumpir la magia
y ve aparecer las estrellas
que junto a la luna
la iluminan de plata.
Ola y arena
contemplan su reflejo
sellando el infinito ciclo
en el vaivén de su abrazo

6 comentarios:

Unknown dijo...

Me encanta tu poema... me recuerda cuántas ganas tengo de volver a la playa

VolVoreta dijo...

quién pudiese recibir tantos besos a diario...?!
Cuanta suerte tiene la arena.
Te dejo un beso VIDA.

Carver dijo...

Como una oda al abrazo infinito.

un abrazo

Cabalayka dijo...

Maravilloso tu poema. Es un placer leerte.
Feliz fin de semana

Prueba1 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Prueba1 dijo...

Esta poesía la he sentido como una arrulladora melodía, llega a ser no dificil oir de pronto el rumor de las olas incurrir en su interminable elegía.
Sin el menor ánimo de profanarla, hubiera querido, para mantener viva esa melodía, que terminase en el vaivén de su abrazo infinito...