miércoles, 23 de mayo de 2007

El Tigre y el Gavilán





El tigre se paseaba, altivo, lento, mostrando su orgullo y su porte, infundiendo respeto a través de sus espacios. Solitario, en ese momento mientras rumiaba sus logros, sus aventuras y su vida.

Mas lejos, cerca de donde terminan los árboles y el cielo nos acaricia, volaba un gavilán, solitario también, ligero e inquieto buscando algo, sin saber que.

El entorno, el mismo. Las inquietudes diversas, las pasiones y los anhelos….quien puede juzgar………..

Dos especies en peligro de extinción,
Graves y adultas
Tan lejanas entre si.



Dos criaturas
Inmersas en un mundo incomprendido
Solitarias
Plenas de anhelos
Y con necesidad de ser escuchadas.

Primero se acercaron con cautela
De pronto comprendieron…ninguna de ellas
Corría peligro al lado del otro
Sus intereses no eran los mismos
No competían por sus presas
Podían compartir…………..


-Hola Tigre sabes quien soy?
-Claro gavilán, siempre te observo mientras vuelas sobre mí
-Podemos conversar?
-Sobre que podríamos conversar? No somos iguales
-Si, es muy extraño, pero te he venido observando, y te pareces a mí
-SI? En que?

El Tigre se sentó curioso por querer comprender lo que quería decir el gavilán.
-Te pareces a mi cuando te quedas pensativo, cavilando, analizando………
Cuando disfrutas de tus momentos de libertad corriendo libre por los campos, yo hago lo mismo desde lo alto y sigo tu ruta. Es decir, no nos cruzamos pero nuestras vidas corren en paralelo.
Cuando acechas a tu presa y la capturas
Cuando te miras en el agua del río y se refleja tu imagen, a quien ves? Acaso no eres una criatura de Dios?

-Lo que dices es cierto gavilán, pero sigo pensando que tenemos muchas diferencias que nos separan

-Si, nuestra vida transcurre de forma diferente, pero mira, podemos comunicarnos a través de la mirada. Compartimos el mismo sol y nos refrescan las mismas noches. Debemos protegernos de esa especie “superior” también hijos de Dios pero que tanto daño nos hacen.



El tigre aun dudaba, no era fácil de convencer, su porte era su coraza y su orgullo no le permitía que un gavilán, así de buenas a primeras pudiera instalarse a conversar como si nada, muy cerca y alterara su hábitat natural.
Pero el gavilán con tenacidad y paciencia le demostró que nada es imposible, que la naturaleza es sabia y cuando quiere quebranta sus propias reglas.

-Tienes razón, nadie puede cuestionar nuestra amistad, solo nuestras propias dudas nos separan de los amigos que una vez consideramos importantes.

No es muy normal presenciar una charla entre diferentes especies, pero los días pasaron y los dos siguieron compartiendo momentos de soledad, instalados en las tardes sombreadas y compartiendo atardeceres.
Pasaron los días, los ciclos, las estaciones y SIEMPRE tuvieron algún motivo que compartir, algún dilema de dilucidar.
Ese era su momento, su secreto………

Sus voces se mezclaban en el viento cuando recorrían los cielos y los bosques en una danza de vida que los uniría por siempre.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aleccionadora fábula, estimado o estimada Vida, has insuflado en los elementos que componen el diálogo un insuperable animo de comunicación que asemeja mucho a los humanos, en realidad veo un desprecio, adherido en las fábulas, por la especie humana y una exacerbación de la falsa superioridad que el hombre flamea alrededor de los demás animales.
Gracias por esta bonita composición que nos regalas.

VIDA dijo...

Agradecida Vanscribenz por tus palabras, me gusta tu interpretación. Es necesario esa interacción con todos los seres que nos rodean, para aprender y enseñar un poquito cada día. Humildad y entrega SIEMPRE